10 julio 2007

El Juego de la Oca. Marta Zafrilla y otros escritores.


Marta Zafrilla no es la primera escritora que ha encontrado su inspiración en el juego de la Oca. Tiene en Julio Verne un noble antecedente, que escribió en 1899 y publicó en 1900 una novela de intriga política, casi una parábola, llamada “El testamento de un excéntrico”. El tema y la trama difieren bastante de la novela “Mensaje cifrado”, de Marta Zafrilla; sólo coinciden en buscar su punto de partida en un antiguo y misterioso juego infantil. El argumento de Verne consiste en un excéntrico millonario que inventa un extraño modo de hacer herederos de su inmensa fortuna a seis habitantes de la ciudad de Chicago. Después de su muerte se realiza un sorteo que designa a esos seis afortunados, pero no bastará con que la fortuna les sonría en ese primer momento, pues para pasar a la posesión de la herencia tendrán que jugar un enorme juego de la Oca, nada menos que a escala de los mismísimos EEUU, con todos sus lagos, sus montañas y sus bosques. Las casillas son cada uno de los Estados y el Estado de Illinois hace el papel de la Oca que se repite para facilitar el avance de los “jugadores”. Es decir, el tablero es aquel vasto país. Divertido, atrevido y sorprendente. Como todo lo que salía de la fertilísima imaginación de Verne.

De Laurent Kloetzer, sin embargo, sabemos poco. No me parece que sea un escritor muy conocido en nuestro país. Es joven, es feo y es francés. Tres buenas cualidades para un novelista. Excepto en la juventud –creo que Marta le gana por muchos puntos, sin embargo–, en todo lo demás no tiene nada en común con ella. Y aún hay algo más que exceptuar: ambos han partido, como el viejo y querido Verne, del juego de la Oca para escribir una novela. Marta Zafrilla escribe una novela juvenil y realista, mientras que Kloetzer escribe una de carácter fantástico, a la cual llama no sin justificación esotérica, “La Vía del Cisne”, que hace referencia a otro de los nombres que recibe la Vía Láctea, también llamada el Camino de Santiago, y alguna vez la Vía de la Oca. Sorprendente. Esta novela de Kloetzer se pulbicó en 1999, número que tampoco está falto de su simbología y misterio. Como ese 1899 y 1900 de Verne. El argumento de la novela de Kloetzer parte de una investigación llevada a cabo por un científico excéntrico (de nuevo la excentricidad) para librar a su hija de la cárcel a la que la han reducido por haber sido acusada falsamente de haber asesinado a un príncipe. Sería interesante ver si se tradujo en su momento esta novela al español o quizás, para los que puedan hacerlo, buscarla en su idioma original.

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